Más noche de morbo

Sus manos me guían entre la oscuridad de su casa. 

Siento la presión de sus dedos que delata su tremenda excitación. 

Me sienta sobre la cama; oigo sus pasos alejarse y viene con una vela encendida. La atmósfera es atrayente a la vez que sensual. Se sitúa frente a mí. Nuestras bocas se funden. Su lengua irrumpe en mi boca y saboreo su cálido sabor.

Mis manos avanzan por debajo de su falda y comienzan a descender sus medias. Noto su delicada piel bajo mis yemas. Sus dedos abren mi camisa y juegan por mi pecho. Su lengua resbala por mi cuello, impregnándolo de mil esencias.  Levanta una pierna y quito sus altos zapatos de tacón.  Acaricio sus dedos y subo por su tobillo. Repito la operación con su otra pierna.

Me empuja y ambos nos besamos tumbados sobre la cama. Nuestras sombras se proyectan en la pared. Mis manos levantan su falda y bajo despacio su braga. Mis dedos juegan con sus nalgas, presionándolas y acariciándolas en círculos. 

Mi pantalón se abre bajo sus manos y las siento resbalando sobre mi bóxer.

Su sexo moja mi piel. Mis piernas la envuelven. Noto como a ella le gusta eso de  mojarme con su humedad,. Asciende por mi cuerpo y su cálido sexo moja mi abdomen mientras mis manos suben su top y ella se desprende de su sujetador. Mis manos juegan en sus pechos. Siento sus pezones endurecerse mientras mis yemas los giran. Me mira y me pide más presión.

Su humedad resbala por mi abdomen, aumentando mi sed. Noto como mi pene crece y se endurece bajo sus manos. Ella desciende y me besa, mordiendo mis labios. Rodamos por la cama y la sitúo de espaldas a mí: Mi cuerpo sobre el suyo. 

Mi boca recorre su nuca; a la vez que mi polla juega entre sus nalgas. Su humedad aumenta y la percibo acercando mi glande a sus labios. La noto temblar por la tensión...

Me pide que me hunda en ella... Pero lo siento pero esta noche lo tendrá que suplicar.