La tarde transcurría tranquila, llevaba días bastante liado en el trabajo y agradecía el parón; mientras tomaba un café en la máquina del trabajo siento la vibración del teléfono, lo saco de mi bolsillo y leo el mensaje. Una felicitación de mi amiga la peluquera, la respondo von otra felicitación y deciendola que tengo que acercarme por allí a cortarme nuevamente el pelo. Ella me responde sino quiero un masaje de la casa. Sonrio al leerla y la respondo que me encantaría dejando varios puntos suspensivos. Me dice de quedar hoy a última hora de la tarde. a lo cual accedo escribiendo "y no solo a cortar el pelo...." al cual ella me responde un "ummmm estaré esperándote".
Acabé mi café y al poco tras terminar con algo de papeleo, me fui rumbo a la peluquería.
Me gustaba la idea de que ella tuviera las mismas ganas de quedar que yo.
Abri la puerta del establecimiento y ella ya me esperaba, dos besos en las mejillas como recibimiento y una cálida sonrisa, me senté en la silla mientras ella me lavaba la cabeza y charlabamos de vanalidades. Notaba como sus manos se deslizaban rápidas y con la agilidad de miles de horas repitiendo la misma tarea, tras veinte minutos, finalizó y ambos deseábamos escapar del local y estar solos los dos.
Ese momento llegó, sentía su mano agarrada a la mía, mientras avanzamos por la acera, saqué una caja de mi maletin. Ella se sorprendió, abrelá le dije, quitó el lazo y al abrirla extrajo un pañuelo de seda negro.
- Espero que te guste.
Ella me miró a los ojos y me besó.
Nuestros pasos nos dirigieron a mi casa, la presión de su mano crecía conforme el ascensor nos elevaba. La puerta se cerró, dejamos los abrigos en el perchero, mis manos cogen sus brazos, atrayéndola hacia mi, mientras nuestras bocas se desean, siento su cuerpo estrechado contra el mío y el calor que emana.
Nuestras manos comienzan a perderse en la piel del otro, lentamente nos dirigimos a mi habitación, las prendas van cayendo sobre parqué como restos de una batalla. Mi boca desciende por su cuello, sus pechos se estrechan contra mis manos, que los amasan y presionan. Sus dedos juegan por mi abdomen; noto como mi excitación crece y mi polla comienza a endurecerse buscando el contacto de su cuerpo. Sus yemas la recorren de abajo arriba, sintiendo cada vena que la dibujan. Me tumbo sobre ella, sus piernas me envuelven y atrapan. Mi boca busca sus pechos, deslizo mi lengua por ellos, endureciéndose bajo mi saliva. Mis labios aprietan sus pezones, ella me dice que mas fuerte, obedeciendo sus palabras incremento la presión y un primer gemido escapa de su garganta. Mis ojos ven el pañuelo de seda, lo tomo entre mis manos, junto sus muñecas y las ato en el cabecero. Sus ojos reflejan el deseo, las ganas de descubrir más, avanzar en nuevas experiencias.
Me levanto de la cama y voy a la cocina, traigo un vaso con hielos.
Tomo uno y lo sitúo entre sus pechos, su piel se eriza con el avance del hielo bajo mis yemas, sus pezones apuntan hacia mi boca, la cual los lame y recorre, el cubito va fundiéndose sobre su piel perdiendo su forma original, mis dedos resbalan sobre ella. Una de mis manos baja hacia su sexo, primero juego con su clítoris, mis dedos lo pinzan y presionan, provocándola oleadas de placer; para después irse hundiendo poco en su coño empapado.
Se oye el movimiento de estos en su interior acelerando su respiración.
Noto como mis yemas se arrugan con sus fluidos, surgiendo y dibujando figuras sobre su abdomen. Ella me pide esos dedos, quiere lamerlos, los acerco, pero solo in leve roce en sus lábios, impregnándola de su propia humedad. Mi otra mano desciende y avanza entre sus nalgas, busca su pequeño orificio, antes de abrirlo, su lengua los ha lamido con eficiencia, noto las gotas de su saliva resbalando por ellos. Hecho esto, bajo hacia su culo y comienzo a rozarlo y presionarlo en circulos, mi falange se adentra, provocando el arqueamiento de su espalda, mi otra mano vuelve hacia su sexo, hundiéndose nuevamente, esta vez el ritmo es continuo en ambas manos, a lo que su cadera responde imitando el movimiento. La observo, gotas de sudor comienzan a aparecer en su frente su boca se seca, y la respiración se acelera, aumento el movimiento, mi dedo se hunde completamente en su culo y resbala en su interior.
Ella me pide que no pare, y no lo hago aumentando un poco mas la presión y iniciando la entrada de un segundo dedo. Al hacerlo, ella comienza a correrse con fuerza, su humedad moja mis sabanas, pese a ello continúo mientras ella se retuerce de placer.
Poco a poco el movimiento va perdiendo intensidad, mis dedos se recrean con su sexo y su culo, mis muñecas se mueven en círculos, ella va relajándose, observa mi excitación al contemplarla. Poco a poco mis dedos surgen de ella. Para deslizarse sobre su cuerpo, llegando a su boca. Su lengua los lame con deseo, fundiéndose en ella su esencia. La contemplo de nuevo y.....
Continuará...